Enciclopedia jurídica

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Balance

[DMer] Documento que expresa en magnitudes económicas la situación de la empresa. Contiene, con la debida separación, el activo y el pasivo de la sociedad. El activo lo componen los bienes y derechos de la empresa, y el pasivo, el conjunto de obligaciones, debiendo especificar los fondos propios.
Ccom, art. 35.
Activo circulante; Cuentas anuales. Fondos propios; Inmovilizado.

(Derecho Comercial) Cuadro que representa el activo y el pasivo de un comerciante o de una empresa en una fecha determinada. V. Activo, Depósito de balance, Inventario, Pasivo, Revaluación de los balances.

Derecho Mercantil

Es un cuadro o representación gráfica y comparativa de los saldos de las diferentes cuentas del activo y del pasivo, que resume toda la contabilidad del ejercicio y determina la existencia de pérdidas o ganancias.

El balance debe reunir la doble condición de ser veraz y exacto, y esto sólo se logra llevando al mismo todos los elementos del activo y del pasivo y valorando fielmente unos y otros. El Código de Comercio no establece un sistema cerrado de normas rígidas, pero sí exige que los documentos contables reflejen «con claridad y mostrar la imagen fiel del patrimonio, de la situación financiera y de los resultados en la empresa (art. 34.2); quiere además que las cuenta de resultados exprese «los ingresos y falta de ejercicio, y por diferencia, los resultados del mismo» (art. 35.2); y, por último, establece que las partidas que figuran en las cuentas se valorarán conforme a los principios de contabilidad generalmente aceptados (art. 38.1).

La Ley de Sociedades Anónimas establece un modelo de balance en los arts. 175 y ss.

Es el documento contable en el que se representan las magnitudes económicas que corresponden a la situación de la empresa. A tal fin, se expresan dos grupos de conceptos: Activo y Pasivo. El Activo comprende los bienes y derechos de la empresa; es decir, el destino de los elementos patrimoniales (bienes y créditos). El Pasivo comprende las obligaciones de la empresa, especificando los fondos propios; es decir, expresa el financiamiento u origen del Activo. El fin del balance es resumir la contabilidad de la empresa y poder así determinar la existencia de pérdidas o ganancias. Esta es la idea básica del también llamado balance de continuación. Este se opone al balance de liquidación, que es el resultante de reducir a dinero todos los elementos que integran un patrimonio en liquidación definitiva. En todo caso, el balance, como cálculo mercantil del resultado de un negocio, recoge y compendia ordenadamente todas las anotaciones efectuadas en los demás libros de contabilidad durante el período al que se refiere el balance.

La cuenta resumida y realizada sin las formalidades del balance se denomina balancete.

Código de comercio, artículo 35.

Es un documento contable, que en forma sintética expresa el
estado económico-financiero de una empresa en un momento dado.

En lo que respecta a la legislación Argentina, los comerciantes tienen la obligación de llevar dos libros: el de inventarios y balances y el diario.

El balance es el resultado, el punto de terminación de la contabilidad.

Consiste en un cuadro en dos partes representando la situación activa y pasiva de la Empresa. Luego, la diferencia entre el pasivo y el activo constatada por la cuenta ganancias y perdidas permite conocer si la Empresa es beneficiaria o deficitaria.

El balance permite también apreciar la situación neta de la empresa, es decir, la medida en que el activo, deducción hecha de los débitos (activo neto), corresponde al capital aportado por el empresario o los socios y a las reservas constituidas anteriormente.

Cuando el balance es levantado al final de la explotación (balance
de liquidación), tiene solamente por objeto prever si la liquidación de la Empresa hará surgir una pérdida o un superávit y debe aproximarse todo lo posible al eventual resultado de esa liquidación.

El balance anual (obligatorio según vimos) que debe realizarse al final de cada ejercicio de la empresa en curso de explotación, comporta también la visión sobre el futuro y presenta un cierto aspecto presupuestario. Se verá notablemente, por la forma en que es valuado el activo y como se han constituido las amortizaciones, la provisiones y las reservas para hacer frente a ciertos riesgos en función de la política económica de la Empresa.

El balance contiene dos partes: a la izquierda figuran los rubros o partidas del activo, es decir, los diferentes bienes o créditos pertenecientes a la Empresa:

inmuebles, máquinas, valores mobiliarios, dinero en caja, etcétera. A la derecha figuran los rubros o partidas del pasivo: no solamente comprende las deudas de la Empresa sino también el capital aportado por el empresario o los socios en el origen o en el curso de la explotación: comprende también las reservas, es decir, los ahorros realizados por la Empresa con los beneficios anteriores en vista de determinadas inversiones o posibles riesgos. El pasivo del balance indica la realidad a la que se verían afectados los elementos del activo si este fuera liquidado:

pago de deudas (débitos), restitución del capital, distribución de ganancias.

El balance entre cuentas del activo y del pasivo se equilibra necesariamente y la diferencia entre una y otra esta representada por la cuenta ganancias y perdidas, que es una cuenta de resultado y que agrupa un cierto número de cuentas llevadas provisoriamente durante el ejercicio en las que se registran los enriquecimientos o empobrecimientos no compensables: beneficios sobre las ventas, intereses sobre préstamos, renta de valores mobiliarios, gastos generales, impuestos, perdidas, etcétera.

El balance debe ser interpretado con precaución. Es ante todo, una evaluación que no expresa una realidad objetiva. Como toda evaluación ella depende le la apreciación subjetiva de aquel que la hace y a quien solamente se le puede pedir ser probó o sincero.

La interpretación depende también de los métodos de evaluación que el derecho fiscal y el plan contable se esfuerzan por unificar sin lograrlo siempre.

El necesario tener en cuenta las variaciones de la moneda y de las reglas de revalúo.

El balance no tiene un valor absoluto en si. Como un barometro, no da indicación mas que por su comparación con los balances anteriores; esta comparación permitirá constatar las modificaciones en el curso del ejercicio, es decir, la progresión o la regresión.

Por otra parte, eso no es posible sino con la condición de permanencia de los métodos de evaluación y presentación.

Además, los balances pueden tener distintas finalidades. Es necesario saber a los fines de su interpretación con que objeto o finalidad se ha confeccionado el balance.

Una distinción ya clásica es la de balances impositivos (analizan la realidad económica con criterio fiscal para determinar impuestos) y balances comerciales (tienen por meta los negocios y el crédito).

Los principales balances comerciales son: los de comprobación, de apertura de ejercicio, de transformación y de liquidación.

Cuenta que, para la confrontación de los ingresos y gastos, llevan los comerciantes y también algunos particulares, y que demuestra el estado de su caudal. | Asimismo, el libro donde los comerciantes asientan sus deudas activas y pasivas. | Cuenta final por mayor, de entradas y salidas, efectuada en una casa de comercio, y que revela la situación de su activo y pasivo, es decir, su capital.


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