Enciclopedia jurídica

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Gleba

Terrón de tierra que levanta el campesino con la reja del arado en las tareas de labranza los siervos de la gleba, o esclavos en Roma, eran individuos que por razones de esclavitud, determinada generalmente por la guerra, quedaban adscriptos o adheridos a una porción de tierra que debían cultivar en exclusivo beneficio de su

señor. Los habitantes de las ciudades vencidas por el poderío romano, iban a integrar en masa la clase rural del país vencedor, en calidad de siervos o esclavos. De ellos, considerados como grupo o institución, descienden los siervos de la gleba de la edad media o feudal. Los siervos quedaban ligados a la gleba o tierra que cultivaban, en forma tal, que solo llegaban a separarse de la misma por voluntad expresa de su señor.

Podían ser vendidos o donados junto con el suelo sobre el que se afirmaban, pero a pesar de ello su condición, tanto jurídica como humana, no era de completa esclavitud, aunque tampoco de libertad absoluta. Entre los siglos xi y XIII su número fue en aumento, ya que muchos esclavos cambiaban su estado por esta situación intermedia, contando siempre con el beneplácito de su señor; además, muchos hombres libres pasaban voluntariamente a la condición de siervos, por medio de la obnoxacion, fórmula de derecho que implicaba una renuncia a su libertad a cambio de ciertas ventajas, representadas generalmente por la seguridad del sustento, o de la protección en épocas de guerra. El número de siervos aumentaba también a causa de los matrimonios, ya que, si una persona libre se casaba con un siervo de la gleba, se adhería automáticamente a la misma tierra, a la que también continuaban ligados sus hijos.


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